




La Nostalgia Digital: Por Qué Nos Atraen los Gráficos Feos de los 90s
¿Alguna vez has sentido una extraña ternura al ver una página web vieja, con colores chillones, tipografías mal combinadas y GIFs parpadeantes? ¿O has jugado un videojuego con gráficos pixelados y te ha parecido… mejor que muchos de los actuales? Tranquilo, no estás solo. Bienvenido al mundo de la nostalgia digital, ese fenómeno que nos hace sentir cariño por una era que, en su momento, intentábamos dejar atrás lo más rápido posible.
Pero ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué el “feísmo” digital está de moda? ¿Y qué dice eso de nuestra relación con la tecnología?
El Encanto de lo Imperfecto
En los 90s y principios de los 2000, las computadoras y consolas eran limitadas. Los navegadores cargaban lento, los píxeles eran del tamaño de una uña, y las animaciones de Flash parecían hechas por un primo en secundaria… porque a veces, lo eran.
Hoy, vemos todo eso con una mezcla de ternura y asombro. Ya no se trata solo de estética: es una sensación. Como si aquellas fallas fueran parte de una humanidad digital que hemos ido perdiendo con el tiempo.
Pixel Art, VHS Filters y el Renacimiento Retro
No es casualidad que cada vez más videojuegos imiten la estética de los 8 y 16 bits. Juegos como Undertale, Stardew Valley o Celeste no son solo homenajes: usan lo retro como lenguaje emocional. Lo mismo ocurre con los filtros VHS en TikTok o las páginas estilo Geocities que vuelven a aparecer como proyectos artísticos.
Lo interesante es que este regreso no es por necesidad, sino por elección. Elegimos lo “feo” porque nos hace sentir algo.
Tecnología Con Alma
A medida que la tecnología se vuelve más pulida, más invisible y más automática, algo se pierde: el carácter. Antes, cada sitio web era único. Cada diseño, por malo que fuera, tenía identidad. Hoy, con plantillas y automatizaciones, todo se ve... igual.
Volver a lo viejo, aunque sea con ironía, es también una forma de reclamar personalidad. De decir: “Sí, esto se ve raro, pero es mío”.
No Es Solo Nostalgia: Es Resistencia
Quizás por eso muchos artistas, diseñadores y creadores digitales están recuperando estas estéticas. No por un capricho vintage, sino como crítica a un internet cada vez más comercial, más limpio, más vigilado.
El feísmo digital es, en cierta forma, una forma de rebelión. Un acto de cariño hacia una época en la que la red era un lugar más caótico, más libre, más nuestro.
Conclusión: Lo Feo También Conecta
No todo lo viejo fue mejor, claro. Pero sí fue distinto. Y ese “distinto” es justo lo que nos atrae. No se trata solo de mirar atrás con nostalgia, sino de tomar elementos del pasado y usarlos para repensar nuestro presente digital.
Porque a veces, lo imperfecto es más honesto. Y en un mundo hipereditado, eso vale oro.


