Entrada destacada

1008

La Cultura de la Prisa: Vivimos Rápido, ¿Pero a Dónde Vamos? En las últimas décadas, el mundo ha acelerado. La tecnología avanza a pasos gigantescos, las ciudades laten al ritmo del tráfico y las notificaciones, y nuestras agendas están cada vez más llenas. Todo es para ayer. Vivimos en la era del “ahora”, pero paradójicamente, cada vez estamos menos presentes. La glorificación de la productividad Vivimos atrapados en una cultura que glorifica el hacer constante. Ser productivo se ha convertido en sinónimo de valor personal. Dormir poco, estar “ocupado” todo el tiempo y no tener un minuto libre son vistos como signos de éxito. En muchos entornos, detenerse es casi pecado. Desde muy jóvenes se nos enseña a correr: hay que terminar rápido el colegio, elegir una carrera, ser exitosos antes de los 30, formar una familia, comprar una casa, ascender en el trabajo, viajar, mantener el cuerpo perfecto, estar informados… Todo, todo al mismo tiempo. Y mientras tanto, la vi...

892






La vida secreta de los objetos: memorias que caben en la palma de la mano

Hay cosas que no valen nada para el mundo, pero que lo significan todo para nosotros. Un llavero gastado, una carta doblada mil veces, una taza rota que no queremos tirar. Objetos aparentemente comunes, sin valor en vitrinas, pero llenos de historia, cargados de afecto. Son esos pequeños testigos silenciosos de momentos que marcaron algo en nuestro interior. La vida está hecha de instantes, sí, pero también de cosas que guardan esos instantes como si fueran cofres diminutos.

Un objeto puede ser muchas cosas a la vez: recuerdo, símbolo, ancla emocional. Hay personas que conservan la camisa de un ser querido que ya no está, o una entrada de cine de una primera cita, o un cuaderno escolar con garabatos infantiles. No se trata de nostalgia vacía, sino de una forma profunda de memoria. En un mundo que cambia sin pausa, estas cosas nos permiten sostener una parte de lo que fuimos, de lo que vivimos, de quienes amamos.

Lo curioso es que no siempre elegimos qué objetos se vuelven importantes. A veces, el recuerdo se adhiere a algo sin que lo notemos. Un lápiz puede ser solo un lápiz… hasta que lo usas para escribir una carta que cambió tu vida. Una piedra puede ser solo una piedra… hasta que la traes de un viaje que marcó un antes y un después. Es como si el objeto absorbiera algo de ese momento y quedara cargado con su esencia. Y desde entonces, ya no lo vemos igual.

También es cierto que los objetos pueden hablarnos incluso cuando no los buscamos. Basta abrir una caja olvidada, vaciar un cajón, recorrer una casa vieja. Aparecen cosas que creíamos perdidas o que ni recordábamos. Al tocarlas, se activa algo: una imagen, un olor, una frase. La memoria no solo vive en la mente, también en los dedos, en los ojos, en el roce con lo material. Cada objeto se convierte en una especie de puente entre el pasado y el presente, un recordatorio tangible de lo invisible.

Conservar ciertos objetos es una forma de cuidado. No se trata de acumular cosas, sino de elegir cuáles valen la pena, cuáles nos sostienen. En una época que promueve lo desechable y lo inmediato, dar valor a lo antiguo, a lo usado, a lo desgastado, es casi un acto poético. Es reconocer que no todo tiene que ser nuevo para tener sentido. Que hay belleza en lo que ha sido vivido, en lo que tiene cicatrices, en lo que lleva tiempo entre sus costuras.

Pero también está el arte de soltar. Saber qué objetos ya cumplieron su ciclo, qué cosas pueden liberarse sin perder lo que significaron. A veces, guardar se vuelve peso. Y soltar también es una forma de amor: dejar ir para hacer espacio, permitir que nuevos objetos —y nuevos recuerdos— lleguen. Saber despedirse sin olvidar. Porque los recuerdos no se pierden con las cosas, solo cambian de forma, se integran, se transforman.

Al final, cada uno tiene su pequeño museo invisible. No está en un edificio ni en un catálogo. Está en una caja debajo de la cama, en una repisa escondida, en una cartera, en un bolsillo. Y en ese museo personal caben mundos enteros: amistades, despedidas, comienzos, risas, duelos. Son las cosas que nadie más entendería del todo, pero que para nosotros tienen un peso único.

Porque, a veces, lo más valioso no es lo que brilla, ni lo que cuesta, ni lo que se muestra. A veces, lo más valioso es una nota escrita a mano, un botón, una foto borrosa. Objetos que no dicen mucho… salvo que se escuchen con el corazón.




Una tarde en trajes

Un enorme secreto

Donde come uno, comen dos

Conociendo al vecino

MD, la novia y el mesero

Estrenando el juguete

Atendiendo a los misioneros

Tómate un break

El que come callado, come doble

Conociendo a una gran leyenda

Atendido por el profesional y su asistente

Sirenas, héroes y deseo: Russell Tovey en la guerra más sexy del mar

MD entrega el durazno

Dos y un sofá

Gay, caótico y encantador: Angus O’Brien conquista Netflix

Una tarde en el auto

Jugando con el cosplay FEM

Una colaboración de tres grandes

El que come callado, come doble

Una gran colaboración

El fotografo y el cosplayer

El enorme jefe y las horas extras

El granjero curioso

Kit Connor calienta el invierno con su nuevo drama queer: A Long Winter

Una de las buenas y grandes

Conociendo al jefe

Críticas para The Bold and the Beautiful tras el inesperado triángulo gay masculino

Brent Corrigan resurge: más vivo, más oscuro, más real

Altamente recomendado

Doble penitencia

Una tarde con mi primo del sur

Una confesión inesperada

Doble susto

Dulce o un gran truco

Colaborando con una leyenda

Tarde para tres

Un viaje inolvidable

1,000 bottoms y un solo top: el desafío viral de Drake Von que divide fans

Una gran vista inesperada

Sustos que dan gusto

Creando al macho perfecto

Elheterocurioso sobrepasa sus limites

El único gay en Hallmark: Robbie Simpson y la revolución navideña

Entrando en calor bajo la nieve

Cena romántica con postre incluido

Una colaboración imperdible

Si que es grande

Diversión para 4 al aire libre

Tu con el mio y yo con el tuyo

El gran secreto del hotel

Fiesta para 5

Mis dos grandes amigos

Lo que pasa en el baño se queda ahí

Orgullo, ego y fractura: la advertencia de Russell Tovey

Besos prohibidos: cuando tu pareja en escena resulta ser tu hermano del multiverso

El secreto de los exploradores

Las ordenes del uniformado

Un superhéroe y un enorme enemigo

El hombre más deseado de la televisión quiere redimirse

Una tarde privada para dos

Donde come uno, comen dos

Sorpresa en el estudio de grabación

El curioso rompe los límites

Una tarde con Harry XL Potter

Kit Connor calienta el invierno con su nuevo drama queer: A Long Winter

Un tratamiento especial

Diversión para tres

Russell Tovey: Cruising, culpa y redención: la historia que no debía contarse

Post entrenamiento

Diversion luego del juego

Un gran tarde para dos

Un clásico de una reconocida productora

Trabajando con el heterocurioso

Secreto de confesión

Tenis para tres

Diversión en el backstage

Alexander Skarsgård causa sensación con su look de cuero en el BFI London Film Festival

Gran tarde con el nuevo de la oficina

Una particular cita médica

Una colaboración imperdible

Max Parker: Entre sudor y secretos: el deseo también viste uniforme.

Dos grandes estrellas

Boots: el escándalo que sacude al ejército estadounidense

La realeza se viste de arcoíris: Amazon confirma Red, White & Royal Wedding

Una GRAN colaboración

Besos prohibidos: cuando tu pareja en escena resulta ser tu hermano del multiverso

Ayudando al militar

Entregando el paquete

Jugando con la realidad virtual

Ya saben como termina esto

Imperdible tarde para dos

Una iniciación inolvidable

Uniformes, deseo y disciplina: el drama queer que sacude al ejército de los 90

Dos para uno

Yo con el tuyo y tu con el mío

Tom Daley y la lucha silenciosa con la imagen corporal

Una tarde con el novio de mi hermana

‘Despertó cosas en mí’: Jonathan Groff y su ardiente confesión

Diversión para tres

Fiesta para tres

Una inolvidable colaboración

¡Rápido y en el parque!

Una entrega de paquete personalizada

Sentados en el parque…

Rellenándolo por completo

Dándolo todo en la cocina