Riesgos y desafíos que los padres deben conocer
1. Demasiado tiempo frente a la pantalla
Aunque
 estas herramientas son útiles, no dejan de ser tecnología. El exceso de
 tiempo frente a una pantalla puede afectar la salud visual, el sueño y 
el desarrollo social.
Qué hacer: Establecer horarios claros y supervisar el uso equilibrado de herramientas digitales.
2. Falta del componente humano
Aprender
 no solo es acumular datos: también implica emociones, valores, 
convivencia, creatividad. La IA no reemplaza al profesor ni la 
interacción con compañeros.
Qué hacer:
 No ver la IA como “niñera digital”. Acompañar, preguntar cómo se 
sienten, y fomentar el trabajo en grupo siempre que sea posible.
3. Privacidad y seguridad de los datos
Muchas aplicaciones recolectan datos personales y académicos. Si no están bien protegidos, pueden ser usados de forma indebida.
Qué hacer:
 Leer las políticas de privacidad, usar plataformas confiables, y hablar
 con la escuela sobre qué herramientas utilizan y cómo protegen la 
información de los alumnos.
4. Brecha digital
No todas las familias tienen el mismo acceso a internet o dispositivos. Esto puede aumentar la desigualdad en el aprendizaje.
Qué hacer:
 Si es un problema en tu familia o comunidad, conversar con la escuela 
para buscar apoyos, o recurrir a programas gubernamentales que entregan 
conectividad o equipos.
El rol de los padres en esta nueva educación
La
 tecnología no reemplaza la guía y el acompañamiento que solo una madre,
 un padre o un cuidador puede dar. En este contexto, el rol de los 
padres se transforma, pero no desaparece. Algunos consejos prácticos:
- 
Interésate por las herramientas que usa tu hijo. Pregúntale: ¿Qué aprendiste hoy en la app? ¿Te pareció útil? ¿Qué fue difícil?
 - 
Acompaña su aprendizaje, aunque no entiendas el contenido. A veces, solo estar cerca ya da seguridad.
 - 
Educa en el uso responsable de la tecnología. No solo es aprender a usarla, sino a no depender de ella.
 - 
Apoya el desarrollo emocional y social. La empatía, la paciencia, el respeto… eso no lo enseña una máquina.
 
¿Y el futuro? ¿A dónde va todo esto?
Es
 probable que en los próximos años veamos aulas con realidad aumentada, 
profesores apoyados por asistentes virtuales, tareas evaluadas por IA… 
Pero nada reemplazará el vínculo humano.
El
 futuro ideal combina lo mejor de la tecnología con lo mejor de las 
personas: profesores que usan IA para conocer mejor a sus alumnos, 
estudiantes que aprenden con libertad pero también con guía, padres 
informados y presentes.
La inteligencia artificial puede ser una gran
 aliada para la educación de nuestros hijos, siempre que la usemos con 
responsabilidad, criterio y afecto. Como padres, no necesitamos saber de
 tecnología para cumplir un papel clave: acompañar, observar, preguntar 
y, sobre todo, estar ahí.
El aprendizaje del futuro empieza hoy, y tú eres parte fundamental de él.